jueves, 22 de mayo de 2014

VIAJANDO LIGERO

Después de mucho meditar y dejar de lado por un largo periodo de tiempo algo que me entusiasma realizar y es la escritura, he decidido reiniciar con mi blog y mis historias de vida. En ocasiones es necesario callar para poder expresar. Es obligatorio vaciarse, para volver a llenarse y es lo que he hecho todo este tiempo. Callar y vaciarme, para así hablar y llenarme nuevamente de todo lo vivido y aprendido en este viaje que es la vida. Soy una convencida de que todos y cada uno de nosotros tenemos muchas historias por contar, muchas experiencias y aprendizajes continuos y cotidianos por compartir, sólo es cuestión de poner atención, de saber descifrar cada mensaje que recibimos a través de personas, situaciones, frases, sonidos, visiones y es entonces, cuando todo cobra sentido, cuando toda pregunta que creemos sin respuesta es replicada, cuando la vida nuevamente toma su curso y encontramos el camino que creíamos perdido.

No ha sido un año fácil para una servidora, he vivenciado todo tipo de situaciones extremas, decisiones necesarias y decisivas tomadas con conciencia, he sido juzgada y criticada injustamente, he sufrido decepciones grandísimas de personas que creí amigas; pero a la par también he sido bendecida grandemente porque me he reencontrado conmigo, porque he recuperado a la persona que dejé perdida en algún lugar de este mundo, porque he descubierto que existen almas buenas y generosas en personas que ignoré por mucho tiempo, porque he recibido de quien menos esperaba, porque a pesar de todo lo vivido, la vida sigue siendo como la dejé: bella, intensa, divertida, generosa, desafiante, justa e injusta a la vez. Hace unos días platicando con grandes y queridos amigos, llegábamos a esta conclusión precisamente ¿y qué es la vida sino un contraste de emociones? ¿quién no ha sido inmensamente feliz y de pronto, en instantes, un suceso lo hace inmensamente infeliz? ¡Bienvenidos a la vida! Sé que es difícil para quienes se deprimen pensando que su vida está llena de problemas, cambiar de posición y entonces agradecer, sonreír y pensar que su vida está llena de enseñanzas. Difícil pero no imposible. Y eso es precisamente lo que en todo este tiempo que he callado he aprendido: a entender pero sobre todo a hacer consciente, que esta vida estará siempre llena de contrastes, de matices, de tonalidades, de incongruencias que hagan cada vez más pesado el deambular por ella y que la única forma de poder seguir caminando con paso liviano que permita al tiempo continuar disfrutando, es llevando consigo un equipaje cada vez más ligero. Deshacernos de todo aquello que ancla y no permite avanzar.

Hace tiempo sentada en una estación de autobús esperando mi transporte junto a mi madre miraba seis maletas frente a mí al tiempo que le decía "mira mamá, allí está mi vida resumida en sólo seis maletas", mi mamá mirándolas sólo sonrió y me dijo "mijita, ¡vas de gane!", la escuché con asombro y sin entender, "el día que Dios te llame a su presencia, ni siquiera esas seis maletas te podrás llevar, es mucho lo que tienes". El silencio no se hizo esperar y seguido de ello empecé a llorar y a agradecer a Dios lo generoso que ha sido conmigo al obsequiarme mucho más de lo que pensé merecer.

Veo todo el tiempo personas atesorando cosas materiales, comprando sin sentido como si el mundo fuera a terminar, llenando vacíos, así como también apilando todo tipo de sentimientos que hacen pesado un camino que debiera ser fácil de recorrer para cualquiera.

En este viaje de la vida no podemos cargar tanta maleta llena de resentimientos, rencores, pensamientos negativos, miedos, envidias. Tenemos que aprender a viajar ligeros de equipaje, porque al final del camino lo único que nos llevaremos a nuestro destino final será una maleta llamada alma y de nosotros dependerá qué tan pesada queramos que sea.

Con esta historia reinicio un camino que dejé momentáneamente y que ahora decido transitar nuevamente acompañada de quienes gusten vivir junto a una servidora todos estos relatos que conforman mi maleta llamada alma, mi maleta llamada vida.

Les comparto esta canción que me hizo gran sentido cuando la escuché y habla de lo contrastante pero a la vez de lo hermosa que es la vida. Espero les guste tanto como a mí.

BENDICIONES Y FELIZ VIDA.