viernes, 3 de febrero de 2012

HASHTAG #TOLERANCIA

Hace tres años tomé una de las decisiones más importantes en mi vida, mudarme a otro país para cumplir el sueño de mi esposo. Nunca imaginé todo lo que viviría en el extranjero y ¡la manera en que lo viviría!, creo que fue lo mejor, porque de haberlo hecho, nunca hubiéramos dado ese paso. En todo este tiempo aprendí a ver desde diferentes perspectivas el mundo... mi mundo. En una ocasión, una maravillosa persona a la que quiero mucho, que prácticamente se convirtió en nuestra madre adoptiva en Estados Unidos, me dijo que estaba viviendo el desierto más largo pero gratificante de mi vida, y créanme que así lo he tomado, así lo he experimentado. En la lejanía, en el silencio, en donde sólo escuchas el viento,  no queda más que hacer un viaje a tu interior y reacomodar o desacomodar muchas cosas que traes cargando. Pero también te ayuda a ver realidades que en el cotidiano ir y venir de la vida, entre el trabajo, el tráfico, la inseguridad,  la paranoia, no aprendes a distinguir. Es como ir avanzando en el centro de un tumulto sin fin, ciego, sin saber qué rumbo llevas, todos caminan hacia el mismo lugar y la inercia te lleva, te empuja, sin darte cuenta.

Es cierto que el vivir en otra cultura te hace ver la realidad de la tuya y muchas veces, esa realidad, no es exactamente lo que quisieras, aunque por años viviste en ella y la compartiste. En mi caso, puedo asegurar que sigo amando a mi país, a mi tierra, a mi gente, a pesar de las comparaciones inevitables que uno hace; y quizá por ese amor tan grande me preocupo demasiado.  En la distancia las noticias llegan diferentes, la inseguridad que empezó a azotar a mi querido Monterrey, se magnificaba aún más, de lo ya de por sí alarmante que es. Mi conexión con el mundo, con mi mundo, definitivamente, ha sido la tecnología ¡Nunca me cansaré de agradecer esta maravillosa tecnología! y es a través de ella que he podido durante todo este tiempo sentir cercano a mí ese mundo que dejé. Sé que no puedo generalizar, sé que es imposible tomar como referencia sólo lo que uno lee en internet, pero al menos me da una idea de cómo es que se piensa hoy en día, ya que la libre expresión es la bandera con que uno escribe en los diferentes foros de expresión en el mundo cibernético, es el pensamiento y sentimiento sin censura, hecho palabra.

Esta historia de vida, en realidad, me sucedió a mí, cuando la comparto las carcajadas de inmediato se dejan sentir, incluso yo me río de lo sucedido, pero si lo llevamos a la reflexión, es una triste realidad que se vive hoy en día y segura estoy, no sólo en México, sino en el mundo entero.

Previo a los festejos del Bicentenario en México, a través de las noticias,  me enteraba de los grandes festejos que se avecinaban, un gran desfile, múltiples conciertos, una fiesta multicolor. Navegando por Twitter, una de las redes sociales que más me apasionan, empecé a darme cuenta de un hashtag que se hizo popular durante un buen tiempo y era contra un cantante y compositor mexicano, Aleks Syntek, al cual yo también sigo en esta red social. Todos los que se unían a este "trending topic" coincidían en algo, atacar a quien se le encomendó la tarea de componer una canción para tan gran festejo, toda una "campaña" en contra de una canción y de una persona. Me "ganché", definitivamente, creo que en ocasiones el no tener mucho qué hacer, te lleva a realizar cosas sin sentido. Me busqué la tarea de encontrar tan famosa canción que a una gran mayoría del pueblo mexicano tenía encolerizado. Obviamente la encontré en YouTube, la escuché y en verdad, nunca entendí por qué tanto odio hacia una persona. La palabra es odio, porque sólo leía mensajes negativos en contra de él, incluso deseándole la muerte, que por culpa de personas como él, ¡el país estaba como estaba!; eran cientos y cientos de mensajes donde se plasmaba odio, rencor, coraje, frustración, todo sentimiento negativo que se venga a tu mente. Y yo, "metiendo mi cuchara" donde no me llaman. Entre un mar de mensajes tratando de acabar con alguien, aparece mi mensaje mediador y de incomprensión a tanta negatividad. A partir de ese momento, los ataques ya no fueron para Aleks Syntek, sino ¡para mí! ¡sí, para mí! empezaron a insultarme, a decirme que siguiera viviendo en mi mundo color de rosa y sí, también por personas como yo ¡el país estaba como estaba! No paré de reír por un buen rato, te dije que te reirías con esta historia de vida. Al terminar mi día y con mi inherente sentido de reflexión a todo, no paraba de pensar en lo sucedido y sólo podía visualizar una nube negra encima de mi país. Me dio tristeza pensar que realmente toda esa inseguridad que se empezó a intensificar cuando yo ya estaba viviendo fuera de él, estaba convirtiendo a una sociedad completa en insensible, buscando culpables por todos lados, según muchos, con mi mensaje mediador, ¡yo también era culpable!

Ahora que regreso y veo el trato indiferente, incluso, de fastidio, de muchas personas cuando llegas a solicitar un servicio, recuerdo ese momento en que también fui atacada por internet. Personas manejando de una manera temeraria, arrojándose prácticamente encima de uno, gritándose maldiciones de un carro a otro, gestos de enojo por doquier, definitivamente, sí, es mi país, pero muy lastimado, "aporreado", cansado. Veo movimientos pidiendo a gritos cambiar de gobernantes, escucho personas quejándose de la vialidad en la ciudad, del calor, del frío, leo y me sorprendo cómo personas llegan al insulto porque perdieron los Tigres y ganaron los Rayados. Vaya, creo que hemos olvidado el significado de tolerancia.

El cambio no está en los demás, el cambio está en uno mismo. Quizá te suene a "cliché" pero soy una convencida de que en tanto tú cambies, tu mundo cambiará. Tan simple como si das amor, recibirás amor; si comprendes, serás comprendido; si perdonas, serás perdonado; si eres deshonesto, deshonesto serán contigo;  si hieres, serás herido. No puedo exigir un cambio, si no empiezo a cambiar yo mismo. Cómo pido justicia, si soy injusto al momento de  sólo señalar y no aceptar mi responsabilidad en todo lo que está sucediendo.

Hoy la invitación es a ser tolerantes y trabajar en un cambio, pero desde el interior de uno mismo; te invito a crear en tu vida un hashtag llamado #Tolerancia. Hashtag, según Wikipedia, es una cadena de caracteres formada por una o varias palabras concatenadas y precedidas por un signo de número (#) que representa el pensar de quien lo escribe, pues bien, empecemos por formar cadenas de palabras positivas y te aseguro, que en poco tiempo, siendo constantes, tu mundo: que es tu familia, tu trabajo, tus amigos, tu escuela; empezará por experimentar un cambio radical y tú empezarás a vivir en un ambiente sano, de respeto;  y sin darte cuenta, encontrarás un mundo totalmente diferente al que ahora percibes. Empieza a desentonar con el mundo, y segura estoy, que en un tiempo prudente, el mundo entonces empezará a entonar contigo.

¡Que tengas un excelente día!
Dios nos bendice.